jueves, 4 de marzo de 2010

$23.000 por un asiento al fonde del bus

11 de febrero del 2010, 21:30 hrs, tur bus destino: PUERTO MONTT



Ventana a mi izquierda, banano colgado en la espalda de mi compañera, un corazón amigo a mi derecha, 8 panes, 6 jugos, bolsa de papas fritas y un par suspiros dan comienzo a este rodar de ruedas… nos informan que serán 12 horas de viaje, 12 horas que mis ojos dudo alcancen a notar.

Un trio de risas nerviosas, y dos mujeres sabias que se despiden unos cuantos metros allá abajo nos dan el ¡vamos!, comienzan las mil maneras.

Los primeros 60 minutos están plagados de risas y trocitos de sueños que se escapan, hago entrega oficial del mapa, de ese pedazo de papel que parece ser fotografía de un futuro incierto, comenzamos a pronuncias nombres que aun no entiendo del todo y que en un par de segundos pasan de mi memoria de corto plazo al olvido, quemchi, achao.. Todo suena igual hasta ahora.

Los minutos pasan y el pasillo del bus se torna a media luz, el conductor decide cantarnos una canción de cuna, y nuestros ojos parecen obedecer al instante… viajar de noche tiene su gracia y su desventaja. Gracia por que las canciones de cuna siempre me han gustado… desventaja porque no se donde carajo vamos.

Los chales llegan, y una almohada, que pienso ha pasado por un millar de sueños (de mochileros, abuelos, señoras y porque no amantes), se instala en mi cabeza, gito y yo nos preparamos para cerrar nuestro ojos y callar los secretos que nos contamos por un instante para dar paso a lo imaginario, lo que viene, lo que es y lo ¿por que no? lo que fue

Hora de poner a prueba este aparato revoltoso que adquirí un par de horas antes… Chinoy será el encargado de cantarnos un par de horas… Plata pa pan se entona en nuestros oídos y el vaivén del bus nos remece como niños a punto de volar...

“…Y mi mirada en un vidrio de un bus, me fui a comenzar”

No hay comentarios:

Publicar un comentario